Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Camino Real de Amieva

EL CAMINO REAL DEL SELLA: La FRANCESADA, CARLISTAS, VIAJEROS y PEREGRINOS

Imagen
  LA SENDA DEL ARCEDIANO COMO ESCENARIO PREDILECTO Está claro que un trazado como el Camino Real del Sella, o como quiere se le llame, aunque entre el común. perdura lo de la Senda del Arcediano,  tiene una carestía de noticias a lo largo de la historia,  ya que tan solo se cuenta con algunas informaciones fidedignas desde que se conoce la fundación de la alberguería de Pontumio, y luego mucho silencio  a lo largo siglos, solo roto  durante otros dos siglos XVIi y XVIII debido a la acción de los notarios de Oseja, que son los que nos ponen al tanto de muchas cosas que incluso podemos trasladar a siglo anteriores, Todo ello quedó reflejado en las notas y protocolos dejadas por estos escribanos y cuya documentación ha recuperados para la historia de este interesante trazado la profesora Elena E. Rodriguez. Ese contingente documental nos dice mucho de aquello que aquello que nos sabemos y de aquello que sucedió durante un intenso período como el ya citados.  Aprovechando pues el venero

Camino Real del Sella. Etapa 1, de la Ermita de Pontón a la de San Roque de Oseja.

Imagen
Iglesia parroquial de Oseja de Sajambre Hablar de este interesante camino es como dice el gran maestro, que trabajó intensamente para logar un importante compendio sobre toda esta zona describiendo picos, majadas, caminos, costumbres, pues Guillermo Mañana sigue a pies junto ese lema de «ver es sentir con los ojos”. Y bajo esa directriz realizar la caminada de la llamada Senda del Arcediano es entrar en  una parte de la intrahistoria de esa Asturias, a veces tan cercana pero a la vez tan profunda y tan desconocida, contemplar en su integralidad el Camion Real de Amieva, es otra dimensión,   tal vez, porque este territorio está marcado por una complicada orografía que dio origen a una fuerte cultura montañesa y ganadera muy singular, por eso hay que entrar al territorio  despacio y con los sentidos bien abiertos, y como dice Guillermo, si se puede hacerlo  yendo solos, para de este modo absorber sin entretenimiento alguno  el paisa