DE LA PULCRA LEONINA A SANCTA OVTENSIS. PUENTE LOS FIERROS - POLA LENA

 

PUENTE DE LOS FIERROS.

Dejamos pues el enclave de Puente los Fierros y en rincón de la ermita de San Bartolomé, el San Bartuelu de los asturianos, y la espadaña que muestra una orgullosa campana de madera, que debería ser un orgullo para todo el contorno.


FRESNEDO. 543 m de altitud

Altozana aldea que hoy apenas si presenta moradores entre su poblamiento, destaca en el núcleo la Casa del Quentu.


Ante las últimas casas, una de ellas un poco desvencijada, se abre a nuestra derecha un camino que comienza semi-plano camino de la aldea de Herías, pasando por el lugar de Zancadiella estando señalizado con restos de la marcación del PR.AS 98, y los jalones astures de Camino de Santiago a modo de pilotes de hormigón, y la sobre abundancia de marcas y pintura por aquello de emborronar el paisaje, y es que algunos confunden pintar para resolver dudas puntuales, con pintar los caminos como si fueran una escalera mecánica.

Collado del Cabañón

El camino no nos soltará hasta llegar a Herías, pero ante nos encontraremos un bello mirador, Collado Cabañón, sobre la infraestructura ferroviaria lenense que es espectacular.

Luego nos encontraremos la capilla de San Miguel de Eros y sus fuente-pilón, muy dejada de la mano de todos, mucho pintar, pero nadie se ocupa de limpiar y hacer desaguar tan importante manantial.

 Ermita de San Miguel de Eros

 HERIAS. 542 m de altitud

A partir de aquí de este collado el trazado entra en descenso pasando por delante de la ermita de San Miguel de Eros, en su cercanía una fuente pilona donde coger agua, desde este enclave el camino presenta uno de los tramos que mejor mantiene sus rasgos originales, dando lugar a un ancho camino más ancho en las cercanías al cementerio del pueblo de Herías, al que se llega en nada.


 Pueblo de Herias

Herías nos presenta la iglesia parroquial bajo la advocación de San Claudio, y que tuvo anexo un monasterio familiar de carácter dúplice, que pasó a depender de la mitra de Oviedo pero ya solo el templo, que había cambiado de advocación.

En cuanto a la advocación de San Claudio, este fue arzobispo de Besançon, nacido en el castillo de Bracon, Francia, el año 607. A los 20 años abrazó la vida religiosa incorporándose al cabildo catedralicio de Besançon. Desplegó una gran actividad en la construcción de iglesias y monasterios, y destacó en la predicación. El monasterio se especializó en la ebanistería y en la construcción de juguetes, por eso se le representa con un silbato y un niño sentado a sus pies. En el siglo XIII fue descubierto su cuerpo incorrupto, por lo que se intensificó su fama de santidad.

Iglesia de San Claudio de Herías

En frontis de la portada de la iglesia hay una fecha 1175, y ademá se puede ver el rosetón de tradición visigoda, un trozo sogueado y la cruz asturiana con un ave. Nave única rectangular con ábside cuadrado abovedado, y que hoy presenta diversas modificaciones.

En el pueblo destacan la Casa del Mayorazu que está blasonada y la Casa de Donato, sin olvidar la casa del padre Suarez que fue Padre General de la Orden de los Dominicos.

Casa Nata Padre Suárez P. Gral. Dominicos

En Herías también hubo un monasterio dúplice, el de Santa Eulalia al que algunos autores se refieren a él señalándole una fecha de fundación realmente temprana: hacia el 715 (1), luego hay otro dato que nos habla de este monasterio, está fechado en el año 976 y es una carta de unidad establecida por dos congregaciones monásticas dúplices entre sí y con la basílica fundada en el lugar de Ayras (actual Herías), bajo una triple advocación: Santa Eulalia, Santa Marina y San Cristóbal.

La estructura del pacto nos inclina a pensar que una de las congregaciones, la encabezada por el abad Egila, residía en el monasterio de Sta. Eulalia y recibe a un grupo formado por dos abades, una abadesa y una monja. La extraña composición del grupo recién llegado -tres abades- parece indicar que procedían de otros cenobios, posiblemente leoneses puesto que varias de las propiedades que se donan al monasterio en el documento se localizan al otro lado de la Cordillera. 

Los muchos monasterios destruidos en tierra leonesa por las frecuentes razias musulmanas, procediesen los abades Seo y Troctino, la abadesa Sabilona y la monja doña Bona que en el año 976 se acogen al monasterio de Santa Eulalialo que nos lleva a pensar en regla monástica por la que se regián el «cole ium serorum ree/usio' írígído» por la abadesa Florentina. 

Detalles iglesia de San Claudio

Esa donación se fecha en el año 1.019 (5),. Siguiendo el documento tenemos que el monasterio sería edificado por el monje Onorio, por Eulalia y por un presbítero llamado Severo. Estos lo dejaron en manos de otros dos presbíteros, Eilani y Tofredo, de quienes pasó al abad Leogo y a la abadesa María, probablemente la misma que en 1.019, junto al abad Senor y al frente de su congregación, lo dona a Fruela Muñoz

 O sea en manos del conde Fruela Muñoz y su segunda esposa Doña Gontrodo, los cuales fundaron varias monasterios e iglesias en Asturias, algunos de los cuales donaron a la mitra ovetense, este cenobio de Hería lo convertirán en un monasterio familiar .


Foto de actividades  de la asc. Vindonuus. Ante la Casona  de Donato

Este dominio del conde Fruela Muñoz sobre el monasterio de Santa Eulalia no fue temporal ni se limitó a una protección más o menos lucrativa para él. Por el contrario, todo indica que el cenobio se convirtió en un monasterio familiar, propiedad efectiva del Conde que dispuso de él según su conveniencia, luego cambiaría una parte dele por unas viñas en Omaña con su hermano Munio Muñoz, siendo una parte de la hija del conde que junto a las hijas de Munio Muñoz terminaran haciéndose de nuevo con toda la propiedad.

Si las condiciones de la donación se cumplieron, y creemos que así fue, el monasterio de Santa Eulalia de Herías debió pasar a manos de la Iglesia de Oviedo a fines del siglo XI o en los primeros años del XII. Pese a que no ha quedado constancia documental de ello, el silencio de las fuentes no es absoluto

A este cenobio más adelante acudirían las viudas y solteras del clan, siendo aquí recogidas según la costumbre monástica de la época, pero sin el cargo de abadesas, luego pasó a depender de la mitra de Oviedo, pero ya solo el templo, que había cambiado de advocación. y cedido a el 905 a la mitra ovetense como monasterium Sancti Claudi» por Alfonso III y Jimena. Abandonado la antigua advocación   por una nueva advocación que aparece en el diploma fechado en el 1119 aunque ya no el carácter de monasterio.

La reina Jimena y su esposo, el rey Alfonso III, con el obispo de Oviedo

La última mención de la ahora ya iglesia de San Claudio de Herías es del año 1.168 en que aparece delimitando la heredad de Campomanes que Fernando I dona a la Iglesia de Oviedo.[1]

También aparece en una aldea dependiente de la parroquial de Herías, en La Frecha, hubo un hospital gobernado por un hospitalero, por la Frecha pasaría en 1726 Guillaume Manier. 


Peregrino y sastre picardo de Carlepont (1704-?), Manier le empuja la voluntad de ver mundo, en un viaje donde se aúnan devoción, picaresca y ansias de aventura. Manier, huérfano, pone también tierra por medio ante ciertas deudas contraídas en la milicia con su capitán. Prepara bien su partida, con el apoyo de su párroco, vende un terreno a un pastor por 75 libras y encarga un bordón a un carpintero diez días antes de ponerse en Camino.

Este bordón terminará sus días en Burgos, partido sobre las espaldas de uno de sus compañeros, como consecuencia de una de las frecuentes riñas que les hacen marchar unidos y más tarde separados.

Al peregrino picardo nos traslada una curiosa y ancestral relación de lo que acostumbraban coleccionar los peregrinos: piedras de golondrina, de águila y de imán.

En Oviedo de regreso Roma , un peregrino le entrega dos piedras grandes de cruz y una de ágata buena para el dolor de cabeza.

BENDUEÑOS

Iglesia de Bendueños

Herías nos da acceso a otro pueblo como es Bendueños, donde dice la traición popular que hubo un templo dedicado al dios Vindius de origen céltico y que fue latinizado como Apollo Vindonnus.

Pero yendo a los datos dice una interpolación del Obispo Pelayo del 905 que este  «Inter fluminae Ornam et Lenan eclesiae Sanctae Mariae de Uendonios»  fue donación de Alfonso III; y que sobre el viejo templo prerrománico se construyó en el siglo XVI el actual santuario que se superpuso a otro del gótico tardío, y este del siglo XVI todavía tuvo muchas más modificaciones: sacristía, altares, campanario, etc, una de las últimas remodelaciones del conjunto fue 1988.

En una de esas remodelaciones se amplió el edificio con un camarín, un recinto que contiene pinturas murales, y en estos momentos (2021) se estaba con la restauración de las pinturas murales.

Mural Restaurado de Bendueños

En todo caso La vieira de Santiago, o sea el Camín Francés... se muestran en el edificio a modo de sendas ventanas ubicadas en el ábside, se conservan las vieiras de Santiago talladas en piedra.

Hoy lo que persiste con importantes modificaciones es la cofradía de Nuestra Señora de la Asunción, que regenta, el santuario desde que se fundó en enero de 1620, y la componen todos los sacerdotes del arciprestazgo, con la sola presencia de un cofrade lego a modo de privilegio y excepción, proveniente este miembro laico del Señorío de Casa de Campomanes.  Y en 1724 los Bernaldo de Quirós (Catalina y su hijo Sebastián) fundaron en dicho santuario una capellanía bajo la advocación de la Virgen de Bendueños que es la patrona del concejo de Lena.

 En la actualidad en lo que fue la Casa de Novenas donde habitaba un ermitaño cuidador del conjunto, hoy se ofrece los servicios de un pequeño albergue, ya en épocas pasadas se dice que albergó un viejo monasterio.

Santuario de Bendueños

La salida de Herías se hace mediante un fuerte repecho bautizado el barrio, precisamente como Las Cuestas, ya en lo cimero de la subida el camino sigue medio en plano, y un poco más adelante coger un desvío a la derecha el cual presenta una bajada rotunda, ahora muy mejorada que nos deja en el poblamiento de Campomanes, donde antiguamente los peregrinos encontraban acomodo.

CAMPOMANES

Dicha villa estaba sometida a la poderosa mitra ovetense de la cual recibe Carta de Fuero en 1274, veintisiete años más tarde, ya contaba con una alberguería dependiente del obispado situada a medio camino entre Mieres y la Colegiata de Arbas.

La actividad hospitalera vuelve a renacer en siglo XVII con otro hospital dedicado a Nuestra Señora de la Concepción del cual se tiene su Libro de Cuentas, que va desde 1684 a 1779.

De ese complejo caritativo se conserva aún la capilla del Santo Cristo, a cuyo anexo estuvo el hospital del cual no queda ningún resto, siendo la regencia disputaba entre los vecinos y la estirpe de los Llanes Campomanes.

Ilustración. Peregrinos en Campomanes

En dicha institución, en el siglo XVIII, ya con la peregrinatio muy mermada por la falta de peregrinos, hallaron su muerte tal y como consta en sus respectivas cláusulas de defunción, en 1745 un tal Domingo Suárez, originario del concejo de Salas, en 1747 un italiano llamado Miguel; y en 1763 entregaba su alma un malagueño en dicha institución.

A Campomanes, también llegaba el Camino real del Puerto de la Cubilla que desfila por el valle del Huerna que viene de Babia, o sea de San Emiliano; también a estos pagos bajada por el ramal de Congostinas la calzada romana de La Carisa proveniente de la zona de Villamanín.


SANTA CRISTINA DE LENA.  388m de altitud

Desde Campomanes no queda muy claro por donde iban las trazas camineras de antaño, en todo caso las marcas que hoy se siguen son las que nos llevan a cruzar la carretera Nª 630, con sumo cuidado, para tomar el carril local LE-5 que se dirige a la aldea de Cornellana, y en barrio de la Estación de Renfe, antes de llegar a ella, en las primeras casas una vez cruzado el río Lena, se hace un giro a la izquierda para ponernos en paralelo a la orilla y seguir por una amplia y segura senda fluvial que va encajada entre el r ío Lena y la plataforma ferroviaria.

Vieja estación de Renfe de La Cobertoria

Tras un tramo de caminada se empata así con el acceso rodado de Felgueras que nos da acceso por la derecha hacia la joya de la corona, como es la iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena, sobre la cual hay que decir que las fuentes medievales la ignoran, y como tal templo se empieza a mencionar en el siglo XVII.

Se cree que fue levantada sobre otro edificio anterior, el que hoy conocemos dataría del siglo IX, y se atribuye su construcción a Ramiro I

Aunque su estructura difiere de las de otras iglesias de la Monarquía Asturiana. Consta de una nave única, rectangular con cuatro pequeños salientes, también rectangulares, uno en el centro de cada muro exterior (pórtico, cabecera y habitaciones laterales).

Todos los espacios están abovedados con bóveda de cañón sobre arcos fajones, y la construcción está reforzada al exterior con numerosos contrafuertes.

La nave tiene cinco tramos, definidos por los arcos fajones que se apoyan en una arquería ciega que recorre los muros laterales. La cabecera está constituida por un cuerpo saliente. Su pavimento y el del último tramo de la nave están más elevados y se asciende a ellos a través de dos escaleras laterales.

Este espacio está separado de la nave por un gran iconostasio formado por tres arcadas sobre capiteles y columnas, decorado con huecos rectangulares cerrados por celosías caladas y un cancel visigodo.


Ilustración Peregrinos Ante Santa Cristina de Lena

  • Declarado Monumento Nacional en 1885 y como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, inscrito con otros monumentos prerrománicos asturianos con el nombre de «Iglesias del Reino de Asturias», en 1985.
  • Restaurada completamente en 1893 por Juan Bautista Lázaro, en la primera actuación documentada que existe sobre los monumentos asturianos, que reconstruye la bóveda central, arruinada desde al menos tres siglos antes, que había sido sustituida por una cubierta de madera. Existen dudas respecto a algunas de sus soluciones, como la nueva estructura de la tribuna y su antepecho.

El abandono y la famosa Revolución del 34, hicieron mella en su estructura motivo por el cual hoy presenta diversas reformas, aunque no parecen que haya afectado en demasía a la configuración original del edificio, aunque quedan muchas dudas por despejar sobre dicho edificio.

Puesto que según los expertos al analizar «Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo se nos ha planteado la incógnita no sólo de quién fue su arquitecto, sino sobre todo cómo tanto él como su equipo pudieron llegar al dominio necesario para construir, sin ninguna experiencia previa ya que no se encuentra en toda Europa ningún antecedente, unos edificios tan complejos y de tan perfecta ejecución.

Quizá podríamos encontrar la respuesta en Santa Cristina de Lena, que se ha considerado posterior por algunos detalles que parecen mozárabes, como todo el conjunto del iconostasio o la decoración de algunas celosías, pero que al no ser estructurales podrían ser añadidos posteriores. En efecto, no encontramos otros motivos para pensar que fuera construida posteriormente, sin embargo, desde nuestro punto de vista hay muchos para considerarla como el primer edificio del periodo ramirense…

Es por todo ello que consideramos mucho más probable que Santa Cristina de Lena fuera anterior a Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo y que Ramiro I encargara, a un arquitecto que ya había demostrado su valía, la construcción de esos edificios de mayor tamaño, complejidad e importancia para que se utilizaran en ellos las nuevas técnicas ya probadas.»[2]

VEGA EL CIEGO


De La Cobertoria se parte hacia Vega el Ciego, siguiendo además de las marcas santiagueras, las del GR 100 con las que nos vienen acompañando desde San Miguel del Río.

Topónimo curioso este poblado que se esparce a lo largo del Camino Real denominado también Camino Francés

De nuevo se sigue el camino dirección norte, entrando en Vega del Ciego, que se dice que su etimología viene de cuestiones distintas a soldados ciegos y sus aventurillas. La situación empozada de La Vega'l Ciegu (lo mismo que otros lugares con el mismo nombre) nada tiene que ver con esas imaginarias leyendas sino con la ubicación de las primeras casas del pueblo, en parte escondidas en La Foxaca (en realidad, poza, fuexa), sobre el antiguo camino del valle.

 En cuyo lugar, hubo junto con la aldea de Memorana, hospitales para romeros, el de Vega del Ciego data de 1624, y en dicho lugar se hospedaban «los pobres peregrinos y caminantes pasajeros». En ese camino francés de la Vega el Ciego se situaban las ventas La Casa la Morena; y la casa postas El Mesón.

POLA DE LENA. 25,2 km, 319 m de altitud

Se sigue por la seudo-senda ya convertida en acceso rodado que da servicio a las distintas instalaciones de la zona para de ese modo entrar en Pola de Lena

Pola de Lena, era la primera villa que encontraban los vetustos peregrinos salvadoreños. Fundada en 1266 por Alfonso X, ha perdido como tal, casi que todos sus vestigios medievales, como viejos testigos de épocas pasadas quedan la Casa natal del Marqués de Santa María del Carrizo con capilla del XVIII, y la moderna casa natal del escritor Vital Aza.

Como tal Puebla queda en el recuerdo, así como el diluido del hospital con capilla, denominado Nuestra Señora de la Alberguería de cuya fundación se barajan estas dos fechas: 1625 y1685.

De dicho hospital queda su Libro de Cuentas, abierto en el tardío año de 1722, y el cual regían los vecinos y un cura párroco, como tal albergue Mayor estaba al cargo de un mayordomo y bajo su mandato de un hospitalero. Según el Catastro de la Ensenada rentaba unos 1570 reales de vellón.

Era obligación de dicho albergue u hospital «dar posada a todos los Pobres y Peregrinos que biniesen (...), por los tres días que se acostumbra Si quieren mantenerse en ella dándoles leña, dándoles Leña, Lumbre, Cama, y posada, agua y sal mesa Cuchillo y todo lo más necesario para que aderecen sus comidas; conduciendo a los enfermos pasado el tercero día al primer hospital conforme fuera su viage».


En esta villa, a falta de otros documentos perdidos en una y mil batallas, quedan aún algunos papeles que nos hablan de aquellos que dejaron su alma en este lugar, como el italiano Bartholomeo Fontana en 1539.

Victor Guerra

[1] Datos recogidos para este capítulo de Elena Díaz Palacios. El Monasterio de Santa Eulalia de Herías. Separata de Repoblación y Reconquista. Actas del III Curso de Cultura Medieval. Entro de Estudios del Románico 1991.

[2] Turismo Prerrománico: http://www.turismo-prerromanico.com/monumento/santa-cristina-de-lena-20130115222639/

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