LOS TRAZADOS PEREGRINOS DE LASTRES: VIA AGRIPA y SANTA MERA.

 

INTRODUCCION

Se habla mucho del Camino Primitivo como origen del Camino Jacobeo debido al supuesto viaje que efectuó a uña de caballo del rey Alfonso II en pos de la demanda del Obispo Teodomiro, se supone que con el objetivo de que el rey, en cierto modo santificara lo hallado en Compostela, pero ese supuesto cucurrimus, y su posterior desarrollo, más allá de la polémica de su existencia,  quedó para la historiografía jacobea como el primer camino: El Primitivo, y que más tarde (siglo XI) la Crónica Iriense  relata la visita del rey a Compostela, a donde viene a decir que dicho monarca viajó a venerar las reliquias del Apóstol recién descubiertas y a agasajar «al santo lugar con muchos dones y joyas».


Etiqueta esta que no debiera solapar otros caminos peregrinos anteriores, pues antes de que arribara a estas tierras el fenómeno jacobita está constatado que  por la región astur transitaron peregrinos provenientes de los territorios trasmontanos y lo hicieron desde aquellos lejanos tiempos de finales del siglo VIII, cuando el pretendido imperio visigodo asturiano se iba haciendo hueco entre las conciencias cristianas, algunas de la cuales se encaminaron en pos de poder ver y comprobar con sus propios ojos aquello que la estirpe visigoda de los Ramiros, los Fruela los Ordoños, y los Alfonsos habían ido construyendo en  esta minúscula región que iba tomando forma como la Asturias cismontana.

Caminos extraños y desconocidos, anteriores e incluso coetáneos con el jacobitismo, los cuales se fueron vertebrando en base a variados objetivos y tránsitos, y entre ellos el peregrino, estos últimos se sentían concernidos a visitar el sagrado tesoro del imperio articulado a modo de defensores civitatis, y sito en la catedral de Oviedo dedicada a San Salvador de Oviedo.

Un contenido y un continente importante y significativo y anterior al fenómeno jacobeo, la Cruz de los Ángeles (Alfonso II) data del 808, la Cruz de La Victoria (Alfonso III) es del 908,el famoso Díptico Bizantino en obtiene en el 539, la  Caja de las Ágatas  (Fruela)  en el 910,  y el Arca Santa (Alfonso VI) es de 1075, y recuérdese  que hasta el año 930 no se da la figura de un peregrino fielmente documentado como peregrino jacobeo.


De este modo, se fue articulando a lo largo de los siglos muchos trazados de peregrinación, algunos de aquellos que cruzaron la Asturias de esos tiempos se ha convenido desde 1952 en denominar Veredas de San Salvador.

Puede parecer insólito plantear estas veredas en épocas anteriores al fenómeno jacobeo, pero hay pruebas de que la Asturias cismontana tuvieron un importante papel en el seno de las conciencias, ignoro sí cristianas o paganas, pero es un hecho que antes del fenómeno jacobeo se recogen diversos flujos de romeros por estas primigenias redes camineras,  que como dice el historiador  Labande «Cristianos que, en un momento dado, habían decidido ir a un lugar determinado y, a ese viaje habían decidido subordinar la organización de su existencia».


Lo cierto es que cuando hemos podido desligarnos del yugo del jacobitismo imperante y hemos levantado la vista de los estudios en cuanto al concepto y el territorio hemos  comprobado bajo otras perspectivas como los que nos aportan historiadores como Uría Ríu  o Vicente José González García en su texto: El Camino de Santiago a partir de sus origen en Oviedo,  que demuestran  que esta región desde muy temprano contó con una importante red de hospitales y alberguerías.

Lo cierto es que la sorpresa fue mayúscula cuando se comprobó que esa red de alojamientos dedicada a la caridad de los caminantes no solo estaba repartida por buena parte de calzadas romanas y redes camineras, sino que además  de ser muy antigua  esta fue ampliando su presencia a lo largo del territorio asturiano e interaccionando con los  diversos cenobios implantados en la región. Por eso a veces me resulta extraño ver a algunos estudiosos  jalonar los caminos con capillas del siglo XV, las cuales es evidente que hay que tener en cuenta, pero dejar  de lado los primigenios hospitales o monasterios que salpican dicha red, me parece un sarcasmo.

De hecho, en el período que va desde el año 793 hasta el momento en que las peregrinaciones jacobeas empezaron a hacerse notar con sentido propio en el territorio asturiano, sobre a parir del año 1090, en esos casi trescientos años en esta pequeña región norteña se llegó asentar una importante número de albergues y hospitales que se aproxima a un 181 alojamientos, sustentados en su mayoría sobre diversos monasterios, de los cuales  sabemos que a mediados del año 1000 se contabilizaban  unos 178 cenobios, sin contar con aquellos de los que hemos perdido su memoria.


Este conjunto de instituciones religiosas poco o nada normalizadas en cuanto a su vinculación con las reglas religiosas al uso, en general se trataba de pequeñas comunidades, que se conocen como monasterios familiares, los cuales sostenían esa importante red caritativa y en parte ajena a las órdenes religiosas al uso (San Benito, Cister, Cluny…), cuya presencia no fue muy abundante en Asturias: Celorio, Bedón, Villanueva, Cornellana, Valdediós, Corias, Oscos o los monasterios ovetenses, las cuales también mantuvieron sus sistema particular de alberguería.

Una cuestión a tener en cuenta, es que durante esos trescientos años de primigenia  actividad religiosa esta tuvo un sincrético cariz religioso, no en vano por estas tierras anduvo el lebanense beato, el de San Martín de Turieno, intentando enderezar la cuestión herética, incluso marcando de cerca de la reina Adosinda y a su protegido sobrino Alfonso II, para mí coleto que este no será su sobrino sino su hijo…, pero esto es harina de otro costal, pero creo que  en todo ese periplo de estos primeros asentamientos religiosos hubo entre ellos una importante  presencia priscilianista.

Como antes comentaba  a esos ejes camineros y peregrinos se van vinculando una serie de fundaciones religiosas, que desde Roncesvalles e  Irún se irán extendiendo a lo largo de la cornisa cantábrica y a la franja franca de la meseta las cuales paradójicamente se ponen bajo la advocación de la figura de San Salvador.

Pues bien, a todo este magma no fue ajena la variante peregrina que se fue articulando entorno al camino de Lastres y Santa Mera.


Veamos el desarrollo de ese contexto caminero y arriero, el cual va a sustentar, como no, un potencial uso peregrino que atraviesa un amplio abanico temporal dejando como huella  un puñado de alternativas camineras, pues como dice el amigo Jesús Arango «cuando uno lee a la máxima autoridad en Asturias de los Caminos de Santiago que es Juan Uría, estudioso del tema que además lo recogió en un libro, ve que no es así. Nunca hubo un único itinerario sino varios trayectos cortos»: y esa es la gran dificultad pues dependiendo de la perspectiva de cada uno los trazados cambian.

EL CAMINO DE LASTRES DESDE LA ASTURIAS TRASMONTANA

 Dice algún viejo cronista que Lastres ocupa un lugar harto honroso, que no debe olvidarse en cuanto a la historia de las peregrinaciones, y en eso estamos de acuerdo, pero de ahí  a decir que «Lastres surgió sin duda mucho después de que el Camino Francés cruzase la España Medieval, siendo un lugar modesto que adquiría un importante auge económico con la pesca y la navegación. Aquí, ya incluso antes de tal prosperidad, los peregrinos encontraban ayuda en la caridad de sus gentes. Así lo demuestra la existencia de un primitivo Hospital, el que nos dan datos los libros parroquiales, que se concretan a forasteros y pobres  “ostiatim”, que así los definen las inscripciones de defunción, fallecidos en “la hospital” –en todas se indica en femenino-  de este Puerto y Villa de Lastres.

El final de este Hospital debió tener lugar en el primer tercio del siglo XVIII, según resulta de las actuaciones judiciales por las que se adjudican a Santiago Mariqueta, natural de Lastres y comerciante de gran posición en la villa de “Ponte Vedra” , los bienes de María Santa Ruíz, madre de Matías Tilán, por deuda de éste contraída con el citado a causa de una fianza. Para el pago se le adjuciaron con otros “la mitaz de la Casa y Capilla y sus Ornattos del Ospital sita en el dho Puerto”, en 1730».


Sin embargo, hierra el cronista porque la importancia de Lastres no viene del contexto de lo jacobeo, sino de mucho antes, y a pesar de que el Camino jacobeo pasaba y pasa por la capital concejil, o sea por Colunga, ello no fue óbice para que un poblamiento de menor entidad como Lastres, incluso antes de la llegada de dicho fenómeno peregrino ya jugara un papel importante en los aspectos comerciales entre la Asturias cismontana y la trasmontana.

No fue una construcción de un día para otro, sino más bien el basamento de muy diversas necesidades y objetivos: económicos, políticos, religiosos, lo cual se fue sedimentando a lo largo de los siglos tejiendo una extensa red,  que hasta puede resultar estrambótico para muchos lectores plantear dos puntos, como Riaño y Lastres, sin embargo estos dos poblamientos estuvieron desde épocas muy antiguas comunicados por diversas vías de origen romano  que recogían una parte de los flujos camineros  de otra gran calzada romana como era la Saliámica, o sea la gran vereda comercial del Esla, y será el puerto de Lastres el punto final de ese gran recorrido, que a su vez cruzaba otro gran eje que iba de Este a Oeste, cruzando toda la cornisa cantábrica, en este caso se trataba de la Vía Agripa que proveniente de Aquitania cruzaba la rasa costera cantábrica en dirección a Finisterre.

COLUNGA y LASTRES COMO ENCLAVES CAMINEROS

Volviendo la vista al eje proveniente de Castilla, este entraba en Asturias por el Puerto Tarna  y seguía valle abajo a través de la calzada romana del Sellón con destino al gran monasterio de San Juan de Berbio (Infiesto), pues los posibles peregrinos que habían dejado la inestable meseta por las variadas posibilidades que ofrecía la nueva corte visigoda asturiana, se ponían detrás de las reatas de arrieros para llegar a buen puerto.

Una atravesadas las tierras casonas y  piloñesas y ganado el altozano  de La Llama, se  entraba en tierras colunguesas tomando aguas vertientes colunguesas hacia Libardón donde  hemos visto que había habido en su momento monasterios y hospitales, en dicho lugar el camino se tornaba tras cruzar el río hacia al Collado de La Era para ganar La Venta sita en monte Pumerín, dejando el valle de Libardón de lado, se continuaba por la Trapa, La Moruca y Les Pedroses, para ir hacia el Cancio y se cruzaba  el arroyo de Carrandi por un viejo pontón que daba acceso directo a las Casas de Friera y El Ferrero, pudiendo tras unas horas de brega entrar en la capitalina villa de Colunga.


Pero el camino no se detenía aquí, sino que buscaba su continuación rumbo a Lastres, que era el origen y final de este trazado que tenía como fin el tráfico comercial los salazones lastrinos e incluso el embarque y desembarque de pasajeros.

Desde Colunga los flujos camineros no se desarrollaban por la actual carretera, sino que lo hacían a través del antiguo Puente de Santianes ubicado sobre el río Libardón para subir a la aldea de San Telmo y bajada hacia el arenal de Lastres y subir al centro de la villa portuaria de Lastres.

Evidentemente no parece que hubiera un definido fin peregrino entre la meseta castellana y Lastres, sino que más bien los peregrinos es de suponer que se iban añadiendo al tránsito de arrieros, trajineros,  y  mercaderes varios, y detrás de ellos  algunos atrevidos romeros que desde la meseta  dejaban llevar con la intención de arribar a Oviedo sanos y salvos, unos se desviarían al llegar a la cuenca del Nalón, otros seguirían hasta Infiesto para doblar al Oeste  hacia Oviedo por el Camino de los Francos, y algunos  otros seguirían a Lastres para poder seguir de este modo hacia Gijón una vez cruzada a modo de atajo la ría de Villaviciosa en barca.

LA IMPORTANCIA DE LASTRES EN LOS FLUJOS PEREGRINOS

Pocas noticias nos llegan de peregrinos por estos lares, pero alguna hay, sabemos por uno de los peregrinos que recorrió antes de postrar su alma en Lastres durante su viaje de vuelta de Santiago, que hizo el trayecto en unos 25 días, es de suponer que en la peor época y tan exhausto que « En primero de febrero de mil setecientos treinta y ocho murió en el hospicio de pobres y peregrinos de este Puerto de Lastres, del que da fe que se halló en su poder de aver conffesado y comulgado, y visitado el templo de Santiago de Galicia Su fha en la propia ziudad en treinta de Diciembre del año proximo passado resulta llamarse Jacobo Oche, de nación frances».


Y no fue solo este peregrino, sino que en un período de unos cuarenta años habrían fallecido en Lastres, otros doce peregrinos procedentes de muy diversas procedencias: Bruselas,  Nápoles, de Saint Maló, de Alemania, de Liorna en la Toscana, o del Imperio Romano o incluso de Flandes, a esta diversidad de nacionalidades se han de unir la procedencia de los autóctonos, como sucedió con el romero de Poo de Llanes,  u otros compatriotas  que aparecen en Lastres y se supone que venían o iban a  Segovia, los cuales  resultan ser el matrimonio formado Pedro Fernández de Azebedo y Teheresa Mendes, que bautizan en Lastres a su hija Manuela Antonio.[5]

«Laexistencia de este Hospital motivaría la afluencia de peregrinos a Lastres, quienes afrontarían de buen grado las dos leguas abundantes que habrían de recorrer desde Colunga a la Venta del Pobre, o a la inversa, cogiendo de nuevo el Camino de la Costa. La falta de libros del Hospital, con sus altas y bajas, nos impide conocer el número de peregrinos que aquí hallaron acogida. No obstante, los Libros de difuntos y de Bautizados de la Parroquia, nos permiten saber, aunque sea en pequeña parte, el paso de los que se dirigían a la ciudad del Apóstol o bien regresaban de ella. Su relación es apasionante, pues los hallamos desde las tierras de Francia hasta la lejana Corte de Viena y desde Flandes hasta las Ciudades de Milán, Liorna y Nápoles.


Comienza, si bien extractamos su contenido, en la forma siguiente:

-“En primero de Febrero de mill setecientos treinta y ocho murió en el hospicio de pobres y peregrinos de este Puerto de Lastres uno que de la fe que se halló en su poder de aver conffesado y comulgado, y visitado el templo de Santiago de Galicia Su fha en la propia ziudad en treinta de diciembre del año proximo passado resulta llamarse Jacobo Oche, de nación frances”.

- Un mes mas tarde, el 1º de Marzo, fallecía en el hospicio otro peregrino, que de certificación que traía de Compostela resultaba llamarse Juan Navarro, de 55 años y de nacionalidad francesa.

- el 13 de octubre del mismo año, moría una peregrina que según certificación que se exhibió en el hospicio resultaba llamarse Juliana Brauin y ser mujer legítima de Juan Remio, natural de la Parroquia de Santa María del Monte Serrato en Bruselas.

- La triste relación se vio interrumpida durante años, hasta que el 17 de febrero de 1746 falleció en el que ya se llama Hospital de peregrinos, el que dijo ser casado, de 57 años, y natural y vecino de “la ciudad de Nápoles en la Ytalia”. Su nombre Francisco Falco.

- El 23 de abril de ese año, acaecería en el hospicio la muerte de “un muchacho que dijo llamarse Gabriel de Quintana, de 16 años, natural de Poo, peregrino de San Salvador de Zelorio”.

- Transcurrirían doce años sin acaecer más fallecimientos, hasta el 16 de abril de 1759, en que moría un “Peregrino que dijo ser de nazión frances, vecino de la ziudad de Snt Malo, cuyo nombre y apellido se Ignora, por averle otro peregrino quitado papeles y cartera”.

- El 21 de enero de 1762 moriría en el Hospital de este Puerto Francisco de Montes, hijo de Antonio de Montes y de Manuela de Ceprejos, vecinos de Córdoba, y casado con –tahalina Kauznannin, hija de Gaspar de los Reyes y de María Ysabel, vecinos de Alemania. No tenía domicilio. Al margen: Pobre Peregrino.

- al día siguiente, día 21, moría en el Hospital, Juan Bautista Damian, “soltero, célibe, natural de Liorna en la Toscana, de edad como de sesenta años”. Al margen: Pobre peregrino.

- dos años más tarde, el 26 de febrero de 1764, fallecía en Lastres Michael Lescure, Peregrino que venía de visitar al Apóstol Santhiago, el que según sus papeles era de nacionalidad flamenca.

- El día 5 del siguiente mes de marzo, moría en el Hospital, Ignacio Berti “peregrino natural del Ymperio Romano, dijo ser casado, de hedad de treinta y tres a poco más o menos” (Cf. Libro de Difuntos antes citado de los años 1723 a 1771).


Concluye el Libro de Difuntos en el año 1771, sin registrarse en él más fallecimientos de peregrinos, pues,aunque hay casos de extranjeros, no se les reconoce tal naturaleza y carácter, por el Párroco firmante.

El siguiente Libro de Difuntos recoge la siguiente inscripción:

“El día quatro de abril de mis Setecientos setenta y siete falleció en el Hospital de este Puerto un Peregrino cuyo nombre no se ha podido averiguar, por no aver hallado papeles algunos, era originario, según dijo un compañero suyo, de un lugar distante siete leguas de la Ciudad de Tolosa en el Reino de Francia”

. Su carácter de peregrino lo deduce el Párroco de habérsele hallado “un Devocionario y otras señales suficientes de cristiano.

En todas las inscripciones expresadas, transluce la evidente caridad de los sucesivos Párrocos y Sacerdotes que había en Lastres y tamb8ién en el Concejo, pues en todos los casos asisten todos o casi todos a los funerales y sepelio, siempre solemnes, sin percibir estipendio alguno, por ser todos, sin excepción pobres».

Estos testimonios peregrinos más la aparición de datos sobre monasterios y hospitales en los predios lastrinos  me hacen retomar la cuestión caminera y peregrina en esta parte  de la comarca.

EL CAMINO COSTERO Y LA VIA AGRIPA

A estos caminos ya les dediqué una entrada en este mismo blog: https://www.veredadeheterodoxos.net/2019/11/os-caminos-jacobeos-en-colunga-y.html?

En dicho artículo obvié algunas cuestiones esenciales que hoy examinando otros datos inciden en dar consistencia al eje lastrino como eje peregrino, apoyado sobre todo en el cruce en barca por Rodiles hacia el Puntal para seguir por el Camino del Norte, y en la existencia de un hospital en Santa Mera.

·                 Morado. Mi Camino de recreación

·                 Azul oscuro, Camino Jacobeo por Pernús

·                 Verde Camino Jacobeo por Lué

·                 Tramo Verde. Camino Jacobeo, entre Colunga y Lastres

·                 Tramo marrón. Traza primigenia desde Lastres a La Rasa, por Puente La Llomba

 La dificultad en la prospección caminera es que se trata de un trabajo de ensayo y error, dado  que la documentación histórica es muy escasa, y como resultado tengo amén de lo ya analizado sobre los Caminos de Lué por el Charcón y la Venta de Peón, ya desarrolladas, otras dos propuestas camineras, como son: la Vía Agripa y el Camino Jacobeo de Santa Mera.

 Sí antes he comentado el camino que venía del Sur de la región por Tarna  hacia Lastres,  ahora expondré el camino que entraba y entra a Asturias por la rasa costera llanisca, el cual se encuentra jalonado por los inputs salvadoreños de: San Salvador de Celorio y San Salvador de Moru, ya no hablo de pequeñas capillas, sino de importantes referencias monacales.


Esta vía cruzaba las tierras de Caravia desde San Esteban de Leces, para entrar en los predios de la capital colunguesa por el poblamiento de La Isla donde hubo curiosamente un extraño culto a Mitra en lo que fue el monasterio de Santa María de Tona, y hoy iglesia parroquial, dicho culto también tuvo presencia en el Antrum de Lastres, y se cree que se también se emplazó en Santa Mera (Sanctus Mitra).

Desde La Isla, bien entrando a la villa de Colunga o bien dejándola de lado, en el primer caso se bordeaba el monte La Griega pasando por San Juan de Duz, donde hubo un viejo monasterio sin datar, y se continuaba hacia Lastres a través del antiguo Puente de Santianes ubicado sobre el río Libardón, hasta aquí llegaría también el ramal proveniente de Colunga.


En este punto se dejaba el valle para subir a la aldea de San Telmo y por el pontón sobre el arroyo Astuera, hoy desaparecido, se tomaba el arenal Lastres para ir cogiendo altura y ganar el barrio lastrino de El Descanso pudiendo así entrar finalmente al Campo de S. Pedro, punto neurálgico del poblamiento lastrino.

A partir de aquí lo que me interesa aquí es reflejar la importancia de los posibles caminos que partían de Lastres, y por los cuales a buen seguro que también transitaron en una u otra época diversos peregrinos bien siguiendo las Veredas de San Salvador o el Camino Jacobeo.

En todo caso el territorio ha cambiado mucho, pues las parcelaciones, los cierres de fincas, y los nuevos trazados carreteriles han alterado toda la conformación geográfica del territorio, y si a ello unimos las pocas noticias históricas existentes, y que los desencuentros entre diversos estudiosos del tema no ayudan mucho a la clarificación, pues nos hallamos ante una difícil tarea   de esclarecimiento.

El LASTRINO CAMINO COSTERO


Dicho trazado se supone que partía del Campo de San Pedro ubicado encima del poblamiento pesquero,  desde él  se puede subir a la cumbral y caminar hacia el Oeste por el Camino del Palacio, o también se puede ir por la actual carretera, hasta llegar al enclave de la ermita de San Roque, la cual preside aunque de espaldas una impresionante vista de la costa oriental, que abarca desde Llanes al puerto de Lastres, y como no, nos deja contemplar bonitas vistas sobre la Sierra del Sueve, y allá en lontananza la Cordillera Cantábrica y los Picos de Europa, y como digo, de espalda a San Roque, cuya imagen se haya en su capilla revestido de peregrino, o sea con esclavina y concha peregrina.

El trazado que parte de San Roque nos lleva rumbo Oeste, en primer lugar, hacia la aldea de Luces para luego aproximarnos al enclave de Santa Mera.

Este trazado actualmente está en parte jalonado por unas marcas de color azul a modo de ondas, las cuales irán apareciendo aquí y allá. Mientras seguimos dirección hacia la Casa de Techa, en cuyo punto se nos presenta un fuerte pero corto repecho para ganar de este modo la trasera del Palacio de Luces (s. XVI) en cuyo interior se haya la capilla de la Figarina.

Luces, es un pueblo longitudinal como corresponde a los pueblos que soportan tránsitos importantes sobre los cuales se fue vertebrando su poblamiento, que como se puede ver tuvo dos momentos claves, puesto que sus casas se abren a las dos vías principales que divide en dos la aldea

DESDE LUCES LA VIA AGRIPA

Los historiadores de los caminos, como Pedro Pisa, o Méndez de Luarca, o arqueólogos como Patricia Argüelles, no se ponen de acuerdo en cuanto a la Vía Agripa, incluso la arqueóloga citada, ¿nos dice que la pretendida Vía Agripa por Lastres, se trata de una variante del eje principal…?


Creo que falta conocimiento sobre los caminos y sobre los inputs que han ido apareciendo a lo largo de todos estas calzadas y camino reales, que creo son importantes, los cuales constituyen asignaturas pendientes de estudio sobre todo a la hora de entrelazarse con el resto de las redes camineras.

Ubicados en pleno el pueblo de Luces se nos presentan dos caminos diferenciados, el primero la Vía Agripa, de utilización militar puesto que se dice que por dicho trazado transitó la Legio IV Macedónica que estuvo acampada en la playa de la Griega, la cual llegó incluso a tener una guarnición en Selorio. A su vez queda también clara su vocación como eje caminero, el cual es muy posible que se tomara en cuenta por los mercaderes y a la vez por algún peregrino que llegado a Lastres abandonara la idea de cruzar en barca la ría de Villaviciosa en Rodiles, y quisiera seguir camino adelante hacia Maliayo.


En este caso lo más factible es que lo hiciera a través de la famosa vía romana denominada de Agripa, de la cual ya nos habló Miguel Vigil en 1887, siendo reflejada en un primigenio mapa allá en el 1546 por Juan Villuga.

Dada su impronta, este importante trazado pasó a conformar en el siglo XIII la columna vertebral del Camino costero de Santiago, al menos así lo afirma la arqueóloga Patricia Argüelles Álvarez, que aduce que de dicho eje salieron diversos ramales, según nos muestra en este gráfico. .


Por otro lado, hay quien lleva la famosa vía por los predios llaniscos, y otros en cambio la trazan por el llamado Camino de los Francos, o sea la que circula bajo los apriscos sureños de la Sierra del Cuera, o sea por la vertiente cabraliega, aunque en este caso personalmente  me inclino a que este eje  romano viniera más bien por los territorios llaniscos y riosellanos, puesto que en tierras fronterizas como la que marca el río Guadamía existen diversos restos arqueológicos vinculados a dicha presencia de la cual dicen las leyendas que por ella circularon los embajadores que envió Alfonso II a su homónimo Carlomagno.

Situados en los predios del poblamiento de Luces, aquí el trazado de la vía de Agripa baja mirando al Suroeste, acompañando en su arranque a la riega de La Llorea, buscando los entornos de la aislada casería de Fana y su famosa fuente.

El trazado que hoy se puede transitar entra por la derecha de la fuente-lavadero, a través de un amplio camino que desfila por entre los parajes que ocupa el denso ocalital de la Rasa de Luces, y se adentra en él por entre la Riega de las Sanguijuelas y las Garitas. El camino a medio desbrozar va buscando la amplia pradería de Manayu, por un trazado que deja ver en algunas ocasiones el balastro pétreo y posibles restos de viejos muros, aunque su traza no está muy bien definida.

Una vez llegados a la pradería del Manayu,  esta se cruza en oblicuo hacia la derecha, para buscar entre el bosque de ribera el pontón que se dice romano, aunque tiene más de factura altomedieval que otra cosa, el puente denominado de La Llomba,  se encuentra situado sobre las llamargosas tierras que empantanan los arroyos de la Llomba y el Llabiardo.


El pontón muy carcomido por la maleza da paso al camino que sigue de frente, y lo hace por un camino abierto sobre lo que fue la caja de la calzada, la cual no debía tener más de 2 metros de ancho, aunque hoy solo podemos seguirla por medio de ese camino abierto para las labores forestales, pues tengo por seguro que el  trazado desde el pontón va un poco más a la derecha para terminar adentrándose en un finca en la cual se ve perfectamente la sobreelevación de una caja que se desarrolla por un lateral de la pradería  El Capitán y que presenta una coloración diferente a la del resto de la pradería.


  El trazado del camino desde el pontón nos lleva ante otro camino que viene de la AS-237 pasando por delante de unas cuadras que tenemos a la vista, en la conclusión de este camino se hace ante una amplia portillera, la cual se cruza y se sigue el sobreelevado trazado que va paralelo a la linde de la finca pasando por delante de un amplio roble que jalona el paso, siempre dirección Suereste. Al otro lado, de la finca una alambrada cierra el paso al camino, este sigue de frente sin otra opción que salir a la carretera local de La Busta.

Hay que tener en cuenta que la presencia de la autopista A-8, ha alterado toda la geomorfología de la zona, de hecho Pedro Pisa nos dice que el Camino de Lastres a Villaviciosa, (este estudiosos evita hablar de la Vía Agripa), «iba desde el puente de la Llomba hacia la Venta del Pobre para seguir por Castiello de Lué- Capilla de la Merced -y de ahí al El Fontabil, para seguir por Castiello Selorio -Capilla de los Remedios y enlazar con el camino que unía el caserío de Lerón con Barzana, hoy prácticamente perdido, el cual tenía su continuación por el puente de Sebrayu, y de ahí a Carda y Villaviciosa».

Sin embargo, hay quienes hacen pasar la Vía Agripa por la larga secuencia de puentes cegados como los de La Calle, situados sobre el arroyo de Sorriego entre el lugar de Obaya  y el Picu, o sea por debajo del pueblo de Espina.


Pero me parece muy complicado que se cruzaran estas secciones intermareales y el posible camino desde la Vega de Selorio, no en vano en este lugar se encontró en 1962, muy cerca de la iglesia parroquial una lápida de arenisca roja cuya parte superior tiene forma de cabeza redondeada, con un dibujo tosco de rostro humano, y su hallazgo se hizo junto con otros restos y fragmentos romanos, como ladrillos y tégulas. La estela tiene una inscripción en 6 líneas de difícil lectura debido a los desconchones, lo cual no obsta para ver que está dedicada los dioses manes. Hoy se encuentra en el Tabularium Artis Asturiensis.

Este otro trazado de la Vía Agripa es posible que se bajara a la Vega Selorio, dados los hallazgos y la importancia que tuvo la iglesia de Santa Eulalia en la zona, y bien desde tal enclave se subía por La Calle hacia Barzana bajando de nuevo a Sebrayo, e incluso que desde La Ariella se fuera por La fontana y por Entrecuetos a Bárzana, o se pasara a la Espina para cruzar de nuevo al Sebrayo, que toda esa zona intermareal planteaba muchos problemas de paso.

En todo caso no se puede descartar un posible uso peregrino, tal vez de carácter esporádico ya que hablamos de muchos años atrás. En todo caso es una cuestión para  el estudio.

SANTA MERA Y LA VÍA MARITIMA JACOBEA

El otro eje es que va desde Colunga hacia Lastres, y tiene sentido si la intención, sobre manera, en tiempos del Camino Jacobeo, era continuar por la traza costera hacia Gijón, puesto que esto permitía a quien pudiera pagárselo cruzar en barca la ría de Villaviciosa, aunque tengo serias dudas de que se pudiera cruzar en aquellas remotas épocas por los posibles vados de la ría, aunque a buen seguro que alguno lo habría intentado. 

Desde esta otra perspectiva sí que estamos hablando de un atajo importante a la hora de continuar por la franja costera hacia Galicia, obviando de este modo la visita a la capital ovetense, tal vez con el aumento de la popularidad de Santiago, la demanda sobre San Salvador de Oviedo es posible que descendiera, pues el punto referencial ya no eran las reliquias sino el santo que todo lo puede, o sea Santiago yacente en Compostela.

Pero no adelantemos acontecimientos, el trazado que ahora trato de describir saldría de Lastres hacia Luces y continuaría en dirección a la aldea de La Busta, para lo cual hoy tenemos dos alternativas.

La 1ª alternativa: Se desarrollaría  a través del camino de La Teyerina, o sea se caminaría hacia el faro de Lastres, y antes de llegar a él, se tomaría un camino a la izquierda a la altura de una cuadra, y una fuente situada en un pequeño área que queda a nuestra derecha, en este punto se entra por  el camino de la izquierda, y por las LLavaderas se cruzaría el arroyo de Lloréu, siguiendo camino adelante virando a la derecha cuando nos venga por la otra mano la alternativa proveniente de Fana. (Color granate).


La 2ª alternativa: Desde Luces  se bajaría hacia el caserío de Fana por el Pozu Llobu, y ya en dicho caserío se dejaría  la Vía Agripa, para seguir por la izquierda, de este modo tras unos 600 metros se empataría con el Camino de Teyerina, y ya por el trazado común se entraría en un primer núcleo poblado, que sería el de La Quintana enlazando así con el de acceso a La Busta y el Chiscón, donde el camino dobla tras ir un tramo al Sur, recuperando el rumbo hacia Occidente  para subir hacia la aldea de Santa Mera. (Color morado).

Este pequeño enclave de Santa Mera recoge en su extremo norteño una ermita dedicada a Nuestra Señora de la Cabeza, de rara advocación en Asturias, por lo cual el templo era más conocido en los viejos documentos históricos como San Martino del Monte o San Martín de Merana, cuyo recoleto templo responde a la estructura del románico rural asturiano, en base a una rectangular  nave única rematada mediante un ábside cuadrangular, y cuyo templo como todas las iglesias asturianas ha sufrido varias remodelaciones, aunque hay restos del antiguo edificio.  


Este recoleto poblamiento recoge la existencia en el año de 905 de una donación realizada por Alfonso III y su esposa Jimena a la mitra ovetense de la«Eclesiam de Sancti Martini in territorio Maliajo cun villa nomine Merana». Así mismo en  esa misma fecha se recoge la existencia de un hospital, se supone dependiente de este pequeño monasterio, el cual estaría enlazado con otros monasterios como el de San Miguel de Rodiles (siglo IX-X) o el de Selorio también de 905.

El camino para poder ir hacia la ría de Villaviciosa continuaría desde Santa Mera por Los Calieros yendo hacia la ermita de San Andrés a las puertas de la aldea de Villar, cuyo carril aledaño al igual que otro que sale de Santa Mera, nos llevaría de seguirlos por el llamado Camino Sacramental que, pasando por la llamada Cruz Grande, bajaría ante la rustica ermita del Carril camino de Santa Eulalia de Selorio pudiendo y continuar hacia Villaviciosa.


En realidad, esta opción sería una escapatoria, pues el camino de Santa Mera tendría como objetivo primordial dirigirse hacia el punto de atraque de la barca de Rodiles para cruzar la ría.

Situados aun en el altozano de Villar, el camino iría hacia el destino marítimo y se tomaría un viejo camino, hoy tipificado como agrícola, que se adentra en las llamadas Praderías del Puertu yendo hacia el lugar de El Dosal, el cual, tras unos dos kilómetros termina desembocando en la actual carretera VV-6 entre las Casa de la Tapia, muy cerca de la vieja ubicación de la Ermita de Santiago, hoy desaparecida


Aunque se ha realizado una especie de réplica en la zona dunar del arenal de Rodiles, se trata de una especie de refugio bajo una pared de piedra donde se ha rememorado la memoria a Santiago Apóstol con dos representaciones de este. 

NOTA: El problema es que este camino cuando se baja de Villar y se dejan atrás las praderías ha sido cortado con dos portillas y unas cámaras de vigilancia, dado que el propietario de las dos fincas colindantes ha decidido que eso es suyo, y por tanto aquel que no tiene fincas en la zona no puede pasar, pese a que dicho camino está presente en todos los mapas, hoy el tránsito se ve interrumpido, por cuyo motivo aquellos que quieran explorar la zona o bien tienen que bajar por la carreteraVV-6  hacia Olivar o cruzar las praderías a pelo  por la linde del monte en dirección a las instalaciones de la depuradora que se ve más abajo.

Ya en la península de Rodiles, y en pleno arenal los peregrinos pudientes tomaban la embarcación que los cruzaría hasta el lugar de La Barca (El Puntal), lugar más estrecho de la zona, salvo que se pudiera cruzar a pie por los posibles vados que tal se pudieran dar a la altura del llamado Bornizal hacia San Martín del Mar, de nuevo vuelve a estar presente el santo de Tours, el cual dicho sea de paso ha tenido un fuerte predicamento en Asturias.

En los predios del Bornizal se haya la isla del Monasterio en donde hubo un cenobio documentado en el siglo X en tiempos de Alfonso III, el cual ha sido fruto de excavaciones en el pasado verano.


Una vez en la orilla del Puntal el camino a seguir sería bien por La Viña hacia Liñero, o bien por San Martín del Mar para pasar por Viadi y la Venta del Arenal (El Gobernador) o hacia la ermita que fue hospital de malatos de La Lloraza, empatando en el primer caso con el Camino de Santiago que desfilaría hacia Gijón, a cuyo tránsito vendría el proveniente de la parroquia de Bedriñana cruzando por El Alto de La Cruz  bajaría a la ermita de Santiago de San Justo, colindantes ambos caminos con la AS-256.

Este es otro de los Caminos jacobeos que no ha sido oficializado.

Victor Guerra

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